Un sueño por cumplir...

Partimos temprano, mí hermano
fernando, mí tio yuyo y yo.
El destino era estacion MARGAT, el
motivo entrampar pajaros. Tanto mí
hermano como yo, con ojos desorbitados
contemplabamos ese paisaje tan
desconocido. Otro asombro lo era sin
duda el viaje en ferrocarril.
Llegamos aún temprano, cuando el
sol todavia convertia a espesora del monte en
mil formas distintas.
Alli estabamos entre el miedo y el
asombro. Mi tio busca lugar para
establesernos, luego comenzó a colocar
las tramperas. Por largo rato con mí
hermano recorrimos el terreno con
la recomendacion expresa de no
alejarnos mucho.
Ya cerca del medio día, mi estomago
habia olvidado los pajaros y solo
pensaba el comer. De pronto mi tio
con una voz que intento ser grito y
fue murmullo dijo: hay un dorado,
quedensen quietitos que entra al
trampero.Observe que sobre el
caballo blanco, habia un paqueño
pajaro amarillo.
Con mi onda dispare sin medir;
la consecuencia fue nefasta para los
intereses del cazador, le atine en
el lomo al caballo, provocando el
golpe de este. Sin proponermelo
acaso, logre un objetivo.
La libertad del pajaro amarillo.